cardíacas caricias
refucilos de eterna duermevela
las preces que acompañan
el ritmo de la mano
paraíso de mancebos
guardaespaldas
monos tal vez
rociados de coñac
niños precoces o prodigios
niños heavy metal
violentos de pastel
clamando por un padre
que los apacigüe
(los lugares comunes a la postre
de un pedestre erotismo de periódico)
señales hay
en los manteles que ya nadie borda
en los armarios rebosantes de fetiches
en los libros sin abrir
en las manchas de agua en los balcones
señales hay
cuando la muerte ronda
vestida con espejos
y no tiene tus ojos
y no huele
y va recogiendo uno a uno
los recortes dispersos en el suelo
los poemas indecibles
como un reptil la muerte
lava los pies morosa
la muerte como un padre
que venga a apaciguarte
Mario Merlino en Voces comunes (1977), incluido en Voces comunes y otros poemas. Obra reunida 1977-2006 (Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2012, ed. de Benito del Pliego).
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