Mi cítara, ¿a qué se entona?
¿Qué sones me quiere dar?
Yo canto cuando otros lloran.
Y sé que jovialidad
Es de la vida la sal.
¿Que la gente tal se acuita
Por vanos miedos y cuidos?
Haz como yo, ea, amigo:
Disfruta el caudal de vida
Mientras Muerte te lo fía.
Aunque bata todo el cobre
La batería del cielo,
No pierdas la calma, hombre:
Si quieres vivir contento
Destierra esperanza y miedo.
¿Por qué andar preocupado?
¿A qué truncar tu alegría?
Ahuyenta penas del pecho...
Y no vivas del Rhin lejos
Donde el moscatel se cría.
¿Y a qué vestir trajes caros
De seda, estambre o velludo?
¿Qué le importa el precio al mundo?
Con lo que llora un Heráclito
Ríe un Demócrito a gusto.
Si te dicen: «Qué bochorno,
Esto amenaza tormenta»,
No te inmutes, que bien pronto
Rompe un celaje y despeja.
Todo nubarrón revienta.
También la luz se irá luego
Y se tenderá la noche.
Pero me saldrá la luna
Con sus relumbrantes cuernos
Entre estelares cohortes.
Hubert Corneliszoon Poot, incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).
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