Conmigo tu no tengas
remordimiento, madre. Yo te doy lo único
que puedo darte ahora: si no amor,
sí reconciliación. Ya sé el fracaso,
la victoria que cabe
en un cuerpo. El caer, el arruinarse
de tantos años contra el pedernal
del dolor, el huir
con leyes a mansalva
que me daban razón, un cruel masaje
para alejarme de tí; historias
de dinero y de catres,
de alquileres sin tasa,
cuando todas mis horas eran horas de lobo,
cuando mi vida fue estar al acecho
de tu caída, de tu
herida, en la que puse,
si no el diente, tampoco
la lengua,
me dan hoy el tamaño
de mi pecado.
Sólo he crecido en esqueleto: mírame.
Asómate como antes
a la ventana. Tú no pienses nunca
en esa caña cruda que me irguió
hace dieciséis años. Tú ven, ven,
mira que clara está la noche ahora,
mira que yo te quiero, que es verdad,
mira cómo donde hubo
parcelas hay llanuras,
mira a tu hijo que vuelve
sin camino y sin manta, como entonces,
a tu regazo con remordimiento.
Claudio Rodríguez en Alianza y condena (1965), incluido en Desde mis poemas (Ediciones Cátedra, Madrid, 1994).
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Gracias por este poema.
ResponderEliminarComenzar así el día, con esta honda mirada a la madre, es una de las mejores maneras de comenzar un día.
El regreso del hijo pródigo, una vez más.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuando el cuerpo es joven
ResponderEliminarcuando la sangre hierve en las venas
anula las cabezas
separándonos de lo que más queremos
volviendo ya mayores al nido que nos vio crecer .
Es la pura realidad .
Muy bueno este poema
Gracias por alegrarme la mañana leyendo tus textos.
Un saludo del pepinero.
Santiago Medina Carrillo
Madre, es Navidad
ResponderEliminary hoy, todavía, tú te asomas, también,
a la ventana para vernos pasar
para verme pasar.
Madre, es Navidad
y hoy, todavía te tengo
y escucho tu voz,
la voz que me habla cada día.
Madre, es Navidad
y siento ese infinito crecer
-suerte que tengo-
desde hace ya, no sé cuántos años,
y te tengo todavía.
¿Qué falta me hacen ahora el fuego
o la manta? ¿Qué falta me hacen,
si tu regazo, todavía,
acoge mi frágil ser?
¿Para qué más calor?