miércoles, 9 de julio de 2008

Poema del día: "Un mal poema", de Pilar González (España, 1960)

¿qué hacer
cuando el poema
no nace del verdadero deseo
y con los fórceps
se le deforma el cráneo
para siempre?

Pilar González, antologado en La voz y la escritura 2006 (Ediciones Sial, Madrid, 2006).

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6 comentarios:

  1. Hola, pienso que si un poema nace deforme, a causa de forzarlo, asi hay que aceptarlo, porque lo que ante nuestros ojos es negro, otros lo ven de bellos colores. Un beso, cuidate.

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  2. Bueno, jeje, también se puede trabajar un poquito para adecentarlo. Cada uno en su estilo sabe como hacerlo; o debería saberlo, vamos.
    Otro beso.

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  3. Cuando un poema se fuerza resulta vacío y frío, sin sentimiento ni brillo. Creo que una vez que se ha escrito el núcleo de una poesía se puede seguir trabajando sobre ella.

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  4. Sí, la verdad que es un problema. Tal vez sea mejor escribirlo en otro momento.

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  5. Los que nos acostumbramos a escribir, nos sentimos obligados a escribir. Es como si la carga de pasar unos días o semanas sin crear fuese muy pesada. Coincido con el que dijo que una vez que el poema está escrito se lo puede corregir. Además, rescato la frase de alguien que dijo que las musas acuden a uno de vez en cuando, pero es necesario que te encuentren trabajando. O sea uno escribe cosas buenas y malas, pero para escribirlas hay que escribir siempre.

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  6. La verdad es que siempre he escrito por inspiración, y trato de seguir haciéndolo. Pero cada vez estoy más convencido de que después, con las buenas imágenes que tengo, debo trabajar detenidamente para obtener unos pocos buenos poemas.

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