Cada vez que ella
pasaba frente a la iglesia,
el sacristán
subía al campanario
y la floreaba con voz de bronce:
Tangalana tangalana tangalana...
Humberto Ak'abal en El animalero (1990), incluido en Donde los árboles (Amargord Ediciones, Madrid, 2011).
Otros poemas de Humberto Ak'abal y artículos sobre su obra
Allá, El campanero, Quetzal
*Artículo de Francisco Cenamor sobre la antología Donde los árboles
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