Estos delicados viajeros, el viento, la estrella, la nube, siempre rendidos, como ante un altar, ante mis ojos, ofrecen en sacrificio luz y rociados aires.
Las ofrendas ascienden: nieblas de luz irisada, cristal puro, azul y oro, vuelan por tierras de ensueño; y, entre el sacrificio, Dios se mueve como de antiguo.
Con milagros de fuego. Él muestra símbolos sus días; y con rayos de cristalina luz revela los puros caminos que llevan el deseo del alma al silencio de la altura.
George William Russell 'Æ', incluido en Música de otros. Traducciones y paráfrasis (Galaxia Gutenberg-Círculo de lectores, Barcelona, 2006, trad. de Juan Ramón Jiménez).
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