Muchacho, no te vayas sin haberme amado. Aún, en la noche, soy bella; ya verás como mi otoño es más cálido que la primavera de otras.
Desdeña el amor de las vírjenes. Arte difícil es el amor, y las jóvenes lo saben mal. Yo lo he aprendido durante toda mi vida, para ofrecérselo a mi último amante.
Tú serás mi último amante; bien lo sé. Mira mi boca, por la que un pueblo ha palidecido de deseo. Mira mis cabellos, los mismos cabellos que Safo, la Grande, cantó.
Recojeré en tu honor todo lo que resta de mi perdida juventud. Quemaré hasta los recuerdos. Te daré la flauta de Lycas, el cinturón de mnasidika.
Pierre Louÿs, versión de Juan Ramón Jiménez, incluido en Música de otros. Traducciones y paráfrasis (Editorial Galaxia Gutenberg-Círculo de lectores, Barcelona, 2006).
Otros poemas de Pierre Louÿs
El pasado que pervive, El recuerdo desgarrador, El último amante, Voluptuosidad
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ah, que hermoso, me recuerda a Dulce Maria Loynaz...
ResponderEliminarPues ahora que lo dices. Este es un poeta francés anterior pero curiosamente su yo poético esa, sobre todo, femenino. Y creo que lo hacía muy bien. Hay otros poemas suyos en el catálogo alfabético del blog.
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