Estaba, yo no sé, como buscando,
en acecho, a la espera, detenida,
inclinada en el puente, por si el agua...
Y, de pronto, casi remotamente,
¡la voz!
Yo no sé.
La voz, el agua...
¿Se me fuga el principio de la historia,
o es que nunca lo tuvo?
Yo no sé.
Detenida me estaba a la espera, acechando,
cuando sonó la voz
¡La voz! ¡La voz!
Por el agua la voz, sí por el agua.
Concha Lagos en Tema fundamental (Ágora, Madrid, 1961).
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Fundamental-mente profundo y sumergida. Las rémoras sabrán...
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