(...) ser uno mismo.
Esos es la vida, y nosotros, los otros,
somos ensueños de aquélla.
Friedrich Hölderlin
Esos es la vida, y nosotros, los otros,
somos ensueños de aquélla.
Friedrich Hölderlin
En realidad, yo no hablo del tiempo ni de estar en el mundo ni de ser por los demás.
(Como la de Hölderlin, mi vida ha madurado deshabitándose).
Ya lo advertí en Ser y Tiempo
cuando todos sostenían que el hombre era el fin de una creencia.
Como se sabe, en la nada no se funda el ser histórico. (Hasta aquí estamos de acuerdo).
Pero bajo ella, de puntillas en el fondo, con la nariz a flote como indicio de existencia,
como un ímpetu que al morderse la cola se rompe el cuello,
ser en sí también le da sentido a lo contrario: el entendimiento va trabajando a oscuras,
tantea una hechura imposible, una meta que aventaje a la muerte.
Julio César Jiménez en La sed adiestrada (Ayuntamiento, Las Palmas de Gran Canaria, 2009).
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