martes, 19 de junio de 2007

Poema del día: "Soplar", de Carlos Bousoño (España, 1923-2015)

A Carmen y Jaime Ferrán

Dónde, cuándo, cómo. Para qué, por qué.
La vida fue un soplo. "Soplad", dijo el que
podía decirlo. Yo quise soplar
con todas mis fuerzas y un fuego avivar.
No sé qué pasó, y yo no soplé.
Llama que se apaga. Humo que se fue,
lejos, no sé dónde, disipándose...

Se nos dijo: "Sopla". Ni fui ni miré.
Ya no sabía nada, ni un dónde o un por qué.
Ni siquiera un cómo, ni siquiera un qué.

Se nos dijo: "Sopla".
Y en aquel momento, ausentábase
aquella mirada, desprendida, sola,
que había existido con tanta dulzura
-último el asomo, la existencia pura-
que olvidar no he.

Se nos dijo: "Sopla".
Entonces, de súbito, iniciábase
en mí mismo auqello.
Cesaba un oído, una ceja se
cambiaba de sitio.
Del rostro, de pronto, un ojo íbase.
Un labio faltaba, la nariz se fu.
Perdía una uña, una mano, un pie.
La otra mano, suelta,
al pie que quedaba, con fuerza y angustia,
aferrábase...

Carlos Bousoño en El ojo de la aguja (Tusquets Editores, 1993).

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