Estoy sentado en la soledad de las letras.
Las palabras no aminoran la marcha del sol.
El cielo está despejado hacia el oeste.
Nubes han pasado sobre mí.
Su seda hilada pende
de los huesos del Monashee.
Una urraca se desliza a través del sol.
Su larga cola escribe demasiado aprisa
como para que pueda interpretarlo. Sobre mi mesa
una avispa que maté la semana pasada
después de que me picara. ¿Quién
escribirá su poema?
Avanzo hace mi año cuadragésimo.
Cartas permanecen sin contestar.
El sol resbala hacia el oeste
y en el este las nubes colapsan
engalanando de cristal
los brazos expectantes de los árboles.
Patrick Lane, incluido en Antología de la poesía anglocanadiense contemporánea (Los libros de la frontera, Barcelona, 1985, selec. y trad. de Bernd Dietz).
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