Llevadlo donde le dé el sol... Suave,
le despertaba antaño su caricia,
en su hogar, susurrándole de unos campos sin siembra.
Siempre, y también en Francia, el sol le ha despertado,
hasta hoy, que con nieve llegó el día.
Si algo pudiese despertarle ahora,
lo sabrá el sol, que es bondadoso y viejo.
Piensa cómo despierta a las simientes...
Desveló antaño el barro de una estrella ya fría.
Los miembros bien labrados y los nervudos flancos
—aún cálidos— ¿por duros no pueden ya moverse?
¿Por eso logró el barro su estatura?
¡Oh! ¿Por qué se afanaron los rayos del sol, fatuos,
y quebraron el sueño de la Tierra?
Wilfred Owen, incluido en Antología de poetas ingleses modernos (Editorial Gredos, Madrid, 1963, trad. de Vicente Gaos).
Un enorme poema, gracias por traerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Terrible en su contexto. Me alegro de que te guste, un abrazo 🤗
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