somos tan
niños nos apoyamos
los unos en los otros
cuando sopla
el vendaval, no hay
descanso durante días
la ley nos hace
pecar
comodidad, no hay
orilla clara para la cabeza
bailando, nos volvemos
a ver
les dije que yo
no era simpático
dormir, días seguidos
de interrumpido soñar
qué derecho
tenemos a la muerte, es
sólo lo que tiene
lugar
sobre la vida
lo llamamos cada día
cuando no está,
adoramos el músculo dolorido
como preludio a la última
bocanada que nuestros pulmones aspiran
de aire
Joy Kogawa, incluido en Antología de la poesía anglocanadiense contemporánea (Los libros de la frontera, Barcelona, 1985, selec. y trad. de Bernd Dietz).
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