Todas las palabras son iguales,
ante dios las personas y la poesía,
sin distinción de sujeto o predicado,
sin tener en cuenta su condición social de verbos
sustantivos o pronombres;
ni siquiera se salva dios de esta democracia de las palabras
Solamente respetaré, en público y en privado,
las normas básicas de convivencia
que toda sociedad debe imponer convenciendo,
siempre que me parezcan justas,
así que abdicaré de las coronas de los nombres propios
y de las mayorías absolutas de las mayúsculas,
como retiraré la capitalidad de todo término geográfico
Esta es, brevemente, mi poética asamblearia de las palabras
pese a quien pese, tal vez a mí mismo
Francisco Cenamor en Asamblea de palabras (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2007).
Otros poemas de Francisco Cenamor y artículos sobre su obra
Pincha para ver la lista de poemas incluidos en el blog
Pincha para ver la lista de poemas incluidos en el blog
¡ He dicho !
ResponderEliminarCordialmente lo justo y necesario a veces hace falta
como lo obvio y sin embargo siempre falta en la idiosincrasia que el HOMBRE
por su naturaleza como torpeza lleva a situaciones insólitas ?
o desafortunadas (creo que esto nunca se a mencionado)
Ramón Santos Peñalva- El Teyú
La cosa es saber qué es lo justo y necesario. Si hablamos de austeridad, estoy de acuerdo. Un abrazo.
Eliminar