Máscara del negro bosque para la tigresa
que nace cada mañana de mis palabras.
Ha bebido oscuridad, se ha hartado de sombra,
se precipita la tigresa.
El poeta la conduce a sus víctimas,
fiera madre fecunda de sus víctimas en la luz.
El poeta la conduce al circo, luz
amarilla, negra, negra para todos y negra para nadie,
negra en el verde y negra como huevo.
En un rayo de luz acecha el Leñador.
Una partida asesina que nadie ve.
El eslabón que faltaba.
El que viene.
La luz que oculta las constelaciones en mis bosques.
El Ática del sueño fatal.
En las entrañas de la tierra, Atenas.
Grecia Incunabulum.
Una tiendaindustrialdeharapos quema los papeles,
carnes, pieles y huesos.
Primavera de Jerónimo Bosco en las calles, nuevos datos.
Un hachazo negro de abril
y negro desde el principio para que salte la tigresa,
en un rayo de luz al bosque verde,
al juego negro, "molino del gusto" rojo.
¿Vilelhm Maister, Dr. Fausto, Príncipe Drakos o Donnet?
Pensamientos, deseos, ambiciones.
En el fondo, vértigo. Más arriba, el espasmo y la luz roja negra
y negra y negra por la igualación, luz roja y negra,
y negra hasta el momento en que salgamos, roja.
Otros miden el valor. Yo,
la pérdida de cada victoria. Sin embargo,
el trayecto del Edén a la carne es incalculable.
Y es bastante.
Jason Depountis, incluido en Antología de la poesía griega. Desde el siglo XI hasta nuestros días (Ediciones Clásicas, Madrid, 1997, ed. de José Antonio Moreno Jurado).
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¡Jason confirma que la Poesía Griega siguió viva en el siglo XX!
ResponderEliminarPoema bastante intenso.
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