En tanto ¡oh, gran Filipo! que en las lides
donde estragos serán las amenazas
el asta empuñas y el escudo embrazas
y en un trueno andaluz los vientos mides;
campo de Marte y fábrica de Alcides
sea el anfiteatro en que hoy abrazas
imperios que en perfiles de oro enlazas
y en cuarteles sus términos divides.
Marcial palestra sea, y el tebano
alcázar, si no templo sin segundo,
a los trofeos del orgullo hispano:
bien que será, y en tu valor lo fundo,
a los que espero de tu heroica mano
bóveda estrecha el ámbito del mundo.
Arminda, incluido en Las primeras poetisas en lengua castellana (Ediciones Siruela, Madrid, 2016, ed. de Clara Janés).
Pues buen soneto le dedicó, al rey que llamaron "pasmado", esta poeta del Siglo de Oro de la que pocos saben. Claro está que en aquella época, como para ponerse a criticar al monarca de turno, jeje.
ResponderEliminarSi, cualquiera le criticaba, 😂. Es una pena que nadanse sepa de esta enigmática autora.
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