Pasas, niño. Detrás el viento.
Detrás las casas de los amigos.
Sus grietas adobadas con arcilla
las manos silenciosas de un padre
silencioso.
Se curvan ramas, techos,
granos abiertos por el verano.
Todo truena al paso de las ruedas
girando contigo.
Y tu corazón niño va girando
va sumergiéndose en oleajes remotos.
Tú que no conoces la espera del mar en las orillas,
la sal que reverbera en los ahogados.
Así que no te deslumbres,
no estaciones la suma de tus recreos
para ver a la muchacha de los peces dorados.
Es sueño.
Detrás de ella, el viento.
Eliana Díaz Muñoz, incluido en Nos siguen pegando abajo. Brevísima antología arbitraria. Colombia-Venezuela (LP5 Editora, Chile, 2020, selec. de Néstor Mendoza y Gladys Mendía).
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¡Devenir cotidiano en la poesía de Elena Díaz Muñoz!
ResponderEliminarUn bello poema.
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