Un ave herida se aquietó en mi frente
viendo huir tus miradas
dispersas por los aires mudos
de membranas mohosas y preguntas inútiles.
Tu aliento recortaba sobre nubes
el corazón sangriento
que en otro tiempo se ocultó en mi carne
y tu aliento bañaba de rocío
las dos manos abiertas enredadas en humo
que quieren alcanzar, sin conseguirlo
con sus dedos de cieno
el ave herida aquietada en mi frente.
Si a tus ojos no vienen a bañarse
panteras en acecho
ni nos muestras en ellos hostias blancas
hojas de carne perderán los árboles
porque a mi frente
presas dentro del cráneo
han venido a posarse aves heridas.
José María Hinojosa, incluido en Poesía surrealista en español (Éditions de la Sirène, París, 2002, ed. de Ángel Pariente).
grandioso poema
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, si.
EliminarHermoso
ResponderEliminarMucho si, un abrazo.
Eliminar¡Grandioso poema de Hinojosa!
ResponderEliminar¡Grandioso poema de Hinojosa!
ResponderEliminarMuy logrado si.
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