Ya sin risa la luz, sin voz la rosa,
la beldad sin candor, tu vida muerta,
al fin, Belisa, en polvo te despierta
cuando, menos y nada, aún poderosa.
La firmeza a tu instancia querellosa,
de sus beldades y rigor desierta,
sirva, si te cegó, de que te advierta,
pues, por que tú reposes, no reposa.
¡Cuánto le eres deudor!, pues que te llama
por horas y sin vida, con su ejemplo,
que si lo aprovechares te eternizas.
Quien lo menos amó, lo más infama;
culto y reliquias restituye al templo,
que de un color son todas las cenizas.
Francisco López de Zárate, incluido en Poesía de los Siglos de Oro (Epublibre, Internet, 2002, ed. de Felipe Pedraza y Milagros Rodríguez Cáseres).
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Estupendo soneto que no conocía. Gracias por compartirlo, Fran Cenamor. Te dejé el otro día un comentario aquí, pero sin haber entrado en mi cuenta, y el mismo lo repetí en tu grupo de Facebook, pero aún está pendiente de moderación, y de eso hará dos semanas. Saludos cordiales.
ResponderEliminarUy, pues lo miraré a ver, pero los comentarios en el grupo no requieren moderación. Un abrazo.
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