A María Ángeles Pérez
Es domingo.
El eco del café filtrado atormenta a la cafetera.
Siente cómo el río vaporoso la ha cruzado
sabe que no pasó solo,
sabe que ella dio paso;
deseaba volver a ser introducida al tomacorriente
prenderse
sentir la conductividad
—eléctrica—
no sabía que era un experimento
un quitar y poner
esto:
el amor.
No dio paso sola,
debió escuchar promesas:
Eres la única cafetera para mí.
No todas hacen igual el café.
Servir o no servir;
ser vida.
La funcionalidad del alma
se pone en entredicho
cuando es
pasada
por el
pasado
y es entonces
una cafetera traspasada
regalada
ofrecida
cualquiera.
Elizabeth Camacho Lara, incluido en Novísimas. Reunión de poetas mexicanas (1989-1999) (Los libros del perro, México, 2020, ed. de Zel Cabrera).
Otros poemas de Elizabeth Camacho Lara
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tomo la palabra: