Ya no se puede más con el psiquiatra:
todo lo relaciona con el sexo.
En las obras de Freud es donde vienen
Las afirmaciones más peregrinas.
Según este señor
Los objetos de forma triangular
—Plumas fuente, pistolas, arcabuces,
Lápices, cañerías, guaripolas—
Representan el sexo masculino;
Los objetos de forma circular
Representan el sexo femenino.
Pero el psiquiatra va más adelante:
No solamente conos y cilindros
Casi todos los cuerpos geométricos
Son para él instrumentos sexuales
A saber las Pirámides de Egipto.
Pero la cosa no termina ahí
Nuestro héroe va mucho más lejos:
Donde nosotros vemos artefactos
Vemos, digamos, lámparas o mesas
El psiquiatra ve penes y vaginas.
Analicemos un caso concreto:
Un neurópata va por una calle
De repente da vuelta la cabeza
Porque algo le llama la atención
—Un abedul, un pantalón a rayas
Un objeto que pasa por el aire—
En la nomenclatura del psiquiatra
Eso quiere decir
Que la vida sexual de su cliente
Anda como las reverendas huifas.
Vemos un automóvil
Un automóvil es un símbolo fálico
Vemos un edificio en construcción
Un edificio es un símbolo fálico
Nos invitan a andar en bicicleta
La bicicleta es un símbolo fálico
Vamos a rematar al cementerio
El cementerio es un símbolo fálico
Vemos un mausoleo
Un mausoleo es un símbolo fálico
Vemos un dios clavado en una cruz
Un crucifijo es un símbolo fálico
Nos compramos un mapa de Argentina
Para estudiar el problema de límites
Toda Argentina es un símbolo fálico
Nos invitan a China Popular
Mao Tse-tung es un símbolo fálico
Para normalizar la situación
Hay que dormir una noche en Moscú
El pasaporte es un símbolo fálico
La Plaza Roja es un símbolo fálico.
El avión echa fuego por la boca.
Nos comemos un pan con mantequilla
La mantequilla es un símbolo fálico.
Descansamos un rato en un jardín
La mariposa es un símbolo fálico
El telescopio es un símbolo fálico
La mamadera es un símbolo fálico.
En capítulo aparte
Vienen las alusiones a la vulva.
Vamos a silenciarlas por decoro
Cuando no lo comparan con un búho
Que representa la sabiduría
La comparan con sapos o con ranas.
En el aeropuerto de Pekín
Hace un calor de los diez mil demonios
Nos esperan con flores y refrescos.
Desde que tengo uso de razón
No había visto flores tan hermosas.
Desde que el mundo es mundo
No había visto gente tan amable
Desde que los planetas son planetas
No había visto gente tan alegre.
Desde que fui lanzado
Fuera del paraíso terrenal.
Pero volvamos a nuestro poema.
Aunque parezca raro
El psiquiatra tenía la razón
En el momento de pasar un túnel
El artista comienza a delirar.
Para empezar lo llevan a una fábrica
Es ahí donde empieza la locura.
Síntoma principal:
Todo lo relaciona con el acto
Ya no distingue la luna del sol
Todo lo relaciona con el acto
Los pistones son órganos sexuales
Los cilindros son órganos sexuales
Las tornamesas órganos sexuales
Las manivelas órganos sexuales,
Los altos hornos órganos sexuales
Tuercas y pernos órganos sexuales
Locomotoras órganos sexuales
Embarcaciones órganos sexuales.
El laberinto no tiene salida.
El Occidente es una gran pirámide
Que termina y empieza en un psiquiatra:
La pirámide está por derrumbarse.
Nicanor Parra en Obra gruesa (1969), incluido en Las ínsulas extrañas. Antología de poesía en lengua española (1950-2000) (Galaxia Gutenberg Círculo de lectores, Barcelona, 2002, selecc. de Eduardo Milán, Andrés Sánchez Robayna, Blanca Varela y José Ángel Valente).
Otros poemas de Nicanor Parra
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Guau, me encantó
ResponderEliminarMe alegro mucho, espero que sigas disfrutando del blog. Un abrazo
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