contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columnas de vidrio sostenidas;
agora estéis labrando embebecidas,
o tejiendo las telas delicadas;
agora unas con otras apartadas,
contándoos los amores y las vidas,
dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando;
que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.
Garcilaso de la Vega, incluido en Poesía de los Siglos de Oro (Epublibre, Internet, 2002, ed. de Felipe Pedraza y Milagros Rodríguez Cáseres).
Otros poemas de Garcilaso de la Vega
Sonetos (XI, XXII, XXVII)
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
Que delicia... es una gozada, exquisito.
ResponderEliminarGracias Fran!!!
Reme.
Muy elegante y bello.
Eliminar