con un gran corazón, complexión de montaña,
su fuerza se forjó entre el acero.
¿Cómo estáis, oh ancianos míos?
Si estáis nuevamente a mi lado,
el campo es generoso y en verdad muy noble.
Todos vosotros sois gran parte de mi estepa
en cuya sangre emana olor de cereales.
Los años vuelan.
Me alejé poco a poco
sin poder decir con certeza:
“Salamalaikum”.
No tengo otros deseos,
sois lo más importante para mí.
No me culpéis, ancianos míos,
diciendo que me fui a un lugar confortable.
Seguí a un mágico bolígrafo.
Alcé entre las montañas una gran caravana de poemas.
No quise preocuparme pues sabía
que en mi campo quedaban los mejores ancianos.
Ojalá estéis siempre junto a mí,
mi tan áureo tesoro, mi gente muy querida.
Si me pusiera enfermo,
me curaría vuestra amable voluntad.
Y nacerán aún de mi nostalgia numerosos poemas.
También han de volver los perennes cantores,
y vosotros habréis de permanecer siempre
para que fuerte siga el olor de la estepa.
Sagi Zhienbayev, incluido en Antología de la poesía kazaja contemporánea (Siglos XIX, XX y XXI) (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2017, selec. y trad. de Justo Jorge Padrón).
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
Interesante poema. La poesía chin atiene autores muy interesantes y potentes
ResponderEliminarUn abrazo