Nacido cuando el paro era el 33 por ciento
me lanzo a todos mis trabajos
con dos terceras partes de fuerza, para no parecer
que he nacido como un privilegiado
con una cuchara de oro en la mano
II
Antes de que Hitler hubiese asesinado a cien judíos
ya sabía yo contar hasta cincuenta y sesenta
Con mayor rapidez que Franco conquistando Madrid
conquisté el arte de la lectura. (Teníamos
clase sobre Nerón y los cristianos el día
en que Lorca fue fusilado, junto con
cinco mil culpables e inocentes
A pesar de ello seguimos estudiando)
Dos años después vi tres cadáveres auténticos:
una vieja y dos niños vestidos de verde
en una casa sin paredes, en medio de humo sin fuego
Pero los pirómanos de entonces se llamaban a sí mismos bomberos
la guerra se llamó entonces guerra
Aprendí a leer periódicos
Conté hasta seis millones
y hasta cien mil y hasta cero
Así que cuando llegó la paz, encontré un revólver
lo saqué en la clase de historia, me echaron
de la escuela, y no volví nunca más
Me enamoré por primera vez
Fue poco después de Hiroshima y
tarareábamos una melodía americana
para subrayar nuestra confianza
III
Mi primer coito
tuvo lugar durante la guerra de Corea
La amaba
Ella me amaba
y nuestro lecho fueron periódicos:
Con tal de que no haya guerra.
Con tal de que no haya paz
con desarme y depresión
nos prometimos mutuamente
Queríamos darnos de baja del mundo
pero no conseguimos todos los formularios
IV
Luego no me acuerdo
de nada inolvidable
Con anticipos y pagos aplazados
voy conquistando mis años
Pronto tendré la misma edad
que Jesús cuando murió
y pido a la casualidad
que me libre de la cruz colectiva
Georg Johannesen en Dikt 1959 (1959), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
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Excelente.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado.
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