¡Esa pasión de nube en que se mueve!
Y por si religión de joven nieve
a cada instante brota una alborada.
No quiero más destino que su alada
estación: ese ritmo que tan leve
tállase en su mirar y me conmueve:
única eternidad, la más sagrada.
Todo lo miro por su limpia lente.
Por su pecho de azul recién nacido,
por la quietud de su tan clara frente.
Encuentro en ella mi esperado olvido;
y, conquistando mi dominio ausente,
¡me sorprendo en canciones redimido!
Jorge Luis Morales, incluido en Poesía de Puerto Rico. Cinco décadas (1950-2000) (Fundación editorial El perro y la rana, Caracas, 2009).
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