que me has hecho tan triste
y un pueblo me has dado que no es destilador
¿Qué vino beberé en tu jubileo?
En esta tierra que no es tierra de viñas
En este desierto cactus son todas las zarzas
cogeré flores del año
por las llamas de la zarza ardiente de tu deseo
Dime en qué Egipto mi pueblo lleva cadenas en los pies
Cristo me da risa tu tristeza
oh dulce Cristo mío
Espina por espina
tenemos corona común de espinas
Me convertiré pues que me tientas
José ven a mí
En el pecho ya mamo de la virgen tu madre
Cuento con más judas en mis dedos que tú
Mis ojos mienten a mi alma
en la que el mundo es cordero tu cordero pascual-Cristo
bailaré un vals al son de tu tristeza lenta
¿Tan sólo soy tu hermano?
Ya me han matado en tu nombre
¿Era culpable de mi muerte?
Tenía flores de amor todas sombra en los ojos
mis manos figuraban las palmas de latanias en la noche
Al besar tu cruz la sangre enrojece mi boca
¿No era acaso tu hermano?
A tu tristeza bailo
Ni padre ni madre pongo por testigo
y no obstante mi dolor vale tanto como el tuyo
El agua de mi río es dulce, id allá golondrinas,
La roca ama al mar que loco y cansado la golpea.
Me tientas
y yo gozo
Me pierdo por esta música de tu alma
no son sólo las cerdas las que desafinan su canto,
y bailo muerto por la tristeza lenta
Los vicios de mi piel son los tres clavos de acero
en tus manos y pies.
Qué sucio andas Cristo de andar con los burgueses
Su lujo es becerro de oro al cuello de sus burguesas
Camina por la senda de mi pueblo por donde yo cojeo
Me dirás en qué Egipto gimiente está mi pueblo
Mi corazón no es el desierto habla ya oh Cristo habla
¿Pusiste tú oro vivo en mi vino exultante?
¿Te debo mis dos fuentes?
¿Mi corazón y mi alma?
¿En mi corazón no hiciste dos ventrículos
tan minúsculos?
¿Por qué dime habría de sufrir amar con el recuerdo?
Un árbol de vida muerto florecía mi olvido.
Sigues inmóvil
Su pena parte al Congo
Ah, qué sucio andas Cristo de andar con los burgueses
Cristo de mi santa Ana
Dime qué vino he de beber
para mentir a mi pueblo
mi alegría es muy vistosa
mi tristeza muy sucia
para ser fuego de sabana
Perros me seguían
cuando era mendigo
Por la Eucaristía mendigaba errante el vino la sal la levadura
Yo fui Judío errante
para traicionarte a ti que me habías traicionado
Me han matado en tu nombre
traicionado y vendido
La tarde marchitaba las rosas
que de dolor se deshojaban.
Tchicaya U Tam'si en Epithomé (1970), incluido en Poesía negra. Antología de poesía africana francófona contemporánea (Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos de la Región de Murcia, 2007, selec. y trad. de Francisco Torres Monreal).
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