Madre mía
que me engendraste en aquella tenebrosa oscuridad;
las niñas de mis ojos, mi pelo,
todo lo que va a nacer
es un secreto de tu viejo sueño.
No me des un nombre
todavía.
Guarda
mi nombre
en tu oscuridad más deslumbrante
hasta que, rompiendo el silencio, te levantes
sin poder soportar el peso
de las lunas.
Por ese Yo jamás visto,
el Yo innumerable ha desaparecido en la oscuridad...
¡Oh, piedra!
¡Oh, piedra que sueñas!
Kim Chun-su, incluido en Poesía coreana en España (Prometeo Digital, Internet, 2006, selecc. de Pío E. Serrano, trad. de Kim Changmin).
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