En mi aldea, donde las colinas se sumergen en la belleza
y las aguas de los ríos se desbordan como perlas,
la vida alimenta con sus dulces aguas
las flores y los pastos, los árboles y las parras
y arroja alrededor las alas de las sombras
sobre las raíces vivas de los narcisos
y las flores aromáticas.
En mi aldea, las montañas y las llanuras
se saturan de día con los rebaños,
y los cerros y las praderas se embriagan
de las melodías de los hermosos balidos
y de los cantos de las flautas de los pastores.
Issa al-Nauri, incluido en Antología de poesía árabe contemporánea (Editorial Espasa-Calpe, Madrid, 1972, ed. y trad. de Leonor Martínez Martín).
fragancia y olor de aldea
ResponderEliminarHuele bien.
EliminarHermoso!
ResponderEliminarSi que lo es, si.
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