Yo quiero que te mueras
le susurró ella al oído yo
quiero que estés lejos
que te mueras
quiero que todas las lámparas
se apaguen
es que alumbran tanto
alumbran
cuando ella entró en la cocina
cogió una tijera una tijera grande y peligrosa
cuando ella salió de la cocina
llegó un pájaro
aleteando horriblemente
y la golpeó
y la golpeó
en la cama eran las sábanas
en los cuartos los objetos
todo lo que había
ella se tocó
se tocó
la cara
las costillas las rodillas
se palpó
la carne y los huesos
se tocó el pelo
dondequiera que crecía
del aire caían notas
notas cortas y secas
que la tocaban
tocaban los puntos y las manchas
de toda una vida
quiero que te mueras eso
se lo susurró ella al oído yo quiero
que todo esté lejos
y las lámparas al fin se apaguen
luego ella cogió la tijera
y dio tajos y tajos en el aire
todo lo cortó con la tijera
y se hizo de noche
y se hizo de día
entonces llegó él
y la sacó de la casa
Mira le dijo
y le mostró
todo lo que era demasiado
Elisabeth Rynell en I mina hus (2006), incluido en Mujeres en el Norte. Trece poetas suecas (Devenir, Madrid, 2011, selec. y trad. de René Vázquez Díaz).
Otros poemas de Elisabeth Rynell
Cara a cara, Leche, Quiero que tú
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tomo la palabra: