Se posa en la rama y desciende
en un abrir y cerrar de ojos
cantando. Jamás se cansa
de desplegar las alas, jamás reposa.
Salta de matorral en matorral
como si agujas tocase,
persiguiendo, sin buscar a fugitivo alguno,
sin buscar un objetivo,
con la agilidad del niño en su infancia
que en él es la agilidad de la vida,
bebiendo a buchadas.
¿Quién asustará al pájaro prudente?
Se acerca a la nube, y cae
anunciando al jardín la lluvia.
¡Por Dios! ¡Qué terrible montura
y qué débil el malvado jinete!
Voló siendo niño, voló siendo viejo
entre los jardines y los estanques.
Informaron sus pupilas de la madurez de los frutos,
de quien regó el grano, de quien sembró.
¡Las fuentes de agua no están lejanas
y no están vacíos de frutos los jardines!
Abbas Mahmud al-Aqqad, incluido en Antología de poesía árabe contemporánea (Editorial Espasa-Calpe, Madrid, 1972, ed. y trad. de Leonor Martínez Martín).
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