se abren ante él. Y desvelado, a ellas
se abandona, sintiendo (así nuestro arte lo desea) su
sangre tan tibia y tan nueva,
en el placer regocijada. Sobre su cuerpo se desborda
el deseo; y a esa embriaguez sus miembros
con juventud se entregan.
Y como un sencillo muchacho
hace algo para que lo miremos, y en el Alto
Dominio de la Poesía pasa por un instante —
esa simple criatura con su sangre tan tibia y tan nueva.
(1917)
Constantino Cavafis, incluido en Poesías completas (Ediciones Hiperión, Madrid, 1991, ed. y trad. de José María Álvarez).
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La masturbación como una de las Bellas Artes.
ResponderEliminarVaya, te has dado cuenta, jajajajaja.
EliminarNo es tan críptico, jeje. Gracias por traer este poema, que no conocía.
EliminarEs bastante evidente, si, jajajajaja. Me leí un libro con algunos raros de Cavafis.
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