Me encontré ahí a gente que tocaba mi cabello con delicadeza.
Hablaban todos a la vez:
Eras seguro tú, te recuerdo perfectamente. Tenías entonces
unas orejas enormes y dientes blancos y fuertes...
Bebimos juntos vino. ¿Te acuerdas? Y luego
se levantó el viento y murió
mi primera esposa.
Tenías que ser tú, no tengo ni sombra de duda...
Les di a todos la razón. Me quité los zapatos
y acaricié al viejo perro que me pusieron sobre las rodillas.
Sí, probablemente era yo.
Quién más si no yo...
Grzgorz Wróblewski, incluido en Poesía a contragolpe. Antología de poesía polaca contemporánea (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2012, selec. y trad. de Abel Murcia, Gerardo Beltrán y Xavier Farré).
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