viernes, 11 de julio de 2014

Poema del día: "Nacimiento", de Hubert van Herreweghen (Bélgica, 1920-2016)

Dios, ahí lo tienes: impuro e inocente,
desnudo y, como sangre, tan roja está su piel;
nacido apenas, llora ya impaciente,
como seguirá estándolo hasta su fenecer.
Dios, no me ha visto, y las preguntas vanas
que el hijo eterno al padre eterno hace
(sin que llegue respuesta —a no ser que haga
esta queja un mismo miedo en todas las edades—)
no las conoce, ni la enconada pugna
de duda y de razón contra sentidos y apetitos;
ni siquiera es consciente de tu cura,
de la quemazón con que nos frenan tus edictos,
Dios, pero llora. Y este su instinto es puro.
Crecerá lentamente hasta entender la luz
de estas lágrimas y sus escalofríos,
como úlcera de vida que madura en pus.
Dios, ahí lo tienes. Su madre está contenta,
pero yo estoy tan triste como en un entierro.
Te pido compasión con la garganta prieta:
mi hijo es. Y se ha de hacer mayor despacio, sin remedio.

Hubert van Herreweghen, incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).

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1 comentario:

  1. Exacto.... Nacemos.. Vivimos... Morimos... Quedando a merced de nuestros actos y a la voluntad de Dios... Sin embargo.. Seamos buenos o malos... La muerte es inminente....

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