El alto pabellón del príncipe
se yergue a la orilla del río.
Ya no suenan las campanillas de su carroza,
ni los adornos de jade de sus bailarinas.
Al alba, a los biombos de pintura vuelan
nubes brumosas de los ríos del sur.
De noche, las cortinas de perla envuelven
las lluvias de las montañas del oeste.
Nubes ociosas fluctúan en el agua,
tan encantadoras,
como en otras épocas.
Mas las cosas cambian, los astros giran.
¡Cuántos otoños han transcurrido!
Y ahora, ¿dónde está el dueño del pabellón?
Sólo queda, al lado de la cerca,
el Yangtsé, que corre indiferente.
Wang Bo, incluido en Poesía clásica china (Ediciones Cátedra, Madrid, 2002, ed. y trad. de Guojian Chen).
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EXCELENTE BLOGG,MUY LINDOS POEMAS, MUCHAS FELICITACIONES Y FELIZ AÑO NUEVO; GRACIAS POR HACERNOS COMPARTIR EL MURMURO DEL RIO YANGTSÈ, Y ACERCARNOS A LA TAN LEJANA Y MISTERIOSA CULTURA CHINA
ResponderEliminarUna preciosidad de poema, sí. Feliz año y un fuerte abrazo.
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