Sobre las olas de la vida, en el vocerío del viento y del agua, el pensamiento del poeta está siempre flotando y bailando.
Ahora que el sol se ha puesto y el cielo oscuro se cae sobre el mar, como las pestañas sobre un ojo cansado, quitadle al poeta su pluma; ¡y que sus pensamientos se hundan hasta el fondo del abismo, en el eterno secreto del silencio!
Rabindranath Tagore en La cosecha (Alianza Editorial, Madrid, 1984, trad. de Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez).
Otros poemas de Rabindranath Tagore
La cosecha (1, 10, 23, 40, 55, 60, 72, 80. Los marineros,), La fujitiva (3), Regalo de amante (10), Tránsito (25)
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y claro está, como debe ser,
ResponderEliminarescrito el poema, que se hunda en el silencio
un abrazo
Dejarlo, en el momento justo.
EliminarLas persianas de la noche son el eterno castigo del silencio. Es precioso. Un abrazo!
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