Devolvedles lo que ya no está presente en ellos,
Volverán a ver cómo el grano de la cosecha se encierra en la espiga y se agita sobre la hierba.
Enseñadles, de la caída al vuelo, los doce meses de su rostro,
Mimarán al vacío de su corazón hasta el siguiente deseo;
Pues nada ha naufragado ni se complace en las cenizas;
Y a quien sabe ver cómo la tierra se consuma en sus frutos
No le perturba el fracaso aunque lo haya perdido todo.
René Char en Los leales adversarios (1941-1950), incluido en Poesía esencial (Galaxia Gutenberg-Círculo de lectores, Barcelona, 2005, ed. y trad. de Jorge Riechmann).
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Es un poema precioso. Muchas gracias por la información.
ResponderEliminarRene Char es un poeta muy especial, me alegro de que te guste. Un abrazo.
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