Gaviotas posadas
sobre tapices verdes...
Pedazos que la Atlántida
se dejó sobre el Mar.
Sois con la ilustre Gadex
(la doncella Fenicia)
los más ilustres vástagos
de la España ancestral.
Los moros no pusieron
en vosotros cuidado;
los hijos del desierto
no sabían navegar...
Por eso en vuestras carnes
arde el fuego pagano,
más vivo que en ninguna
región peninsular.
Tus calles son anchísimas
como a cordel tiradas,
que el oro americano
reedificó tu lar.
Tus villas tienen Plazas
como las capitales.
Tus vecinos de enfrente
son de América ya...
Las ventanas panzonas
avanzan en tus rúas
y tras visillos frágiles
de blanco tafetán,
tus mujeres enseñan
su busto de criollas
y una mirada lánguida
regalan al pasar.
Marineros descalzos
deambulan por tus calles,
y hombres que de otros mundos
acaban de llegar,
con el rostro curtido
por el sol de otros mares,
que viven una casa
con un balcón al Mar...
Rota tuvo Templarios,
Chipiona tiene monjes,
nuestra Reina Católica
fundó a Puerto Real.
Santa María fue griego
lo mismo que Sanlúcar
y a Venus y Dionisio
supieron adorar.
Chiclana fue frontera
con los moros de Ronda.
Medina fue el asiento
de la Casa Ducal,
después que a los judíos
se la ganó Castilla
que Sidonia llamaban,
por Sión recordar.
Gaviotas posadas
sobre tapices verdes...
Pedazos que la Atlántida
se dejó sobre el Mar.
Sois con la ilustre Gadex
(la doncella Fenicia)
los más ilustres vástagos
de la España ancestral.
Fernando Villalón en Andalucía la Baja (1926), incluido en Antología de los poetas del 27 (Espasa-Calpe, Madrid, 1982, ed. de José Luis Cano).
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Los puertos, Situación
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Tristeza me da leer estos versos tan lejos que estoy de mi Cádiz.
ResponderEliminarNo me extraña.
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