miércoles, 2 de septiembre de 2009

Artículo de Francisco Cenamor sobre ‘Cuentos para después de hacer el AMOR’, de Marco Tulio Aguilera

Cuentos para después de hacer el AMOR, reza sin pudor alguno el título. Lo que nos lleva a pensar automáticamente en erotismo, en cuentos subidos de tono. Bueno, es el título elegido por Marco Tulio Aguilera, escritor colombiano afincado en Veracruz, México, para dar nombre a la colección de catorce relatos que editó en España Punto de Lectura en el año 2005 y que, a pesar de su éxito inicial, no volvió, sorprendentemente, a reeditar.

Se trata de unos relatos muy diferentes unos de otros en los que se aborda, de una u otra manera, el humano asunto del amor. Pero desde las visiones más insospechadas, pues no en todos ellos aparece el erotismo de manera clara, o, simplemente, no aparece. Pero cierta idea de relación entre dos, o más, personas siempre está presente en los cuentos que nos ofrece Aguilera.

Desde mis no demasiado grandes conocimientos literarios, me atrevo a afirmar que estamos ante unos textos que entroncan, bastante acertadamente, con la gran tradición cuentística y narrativa latinoamericana del pasado siglo veinte, en los que se usa un lenguaje muy popular y accesible, a la vez que nos sorprende el narrador con su erudición y conocimiento de diversos lugares del mundo.

Encontraremos relatos deliciosamente disparatados como ‘Amor contra natura’, en el que los amantes son un efusivo rinoceronte y una distante helicóptero. Provocadores y pudorosos al tiempo, como ‘Cantar de niñas’. Otros donde los personajes, perdedores de los que el mundo se ríe, pasan a tomar un protagonismo que los convierte en seres humanos de un gran valor y comienzan a ser queridos por su entorno, como ‘Archibold en Alaska’ o ‘Juan Flemas despierto otra vez’. O relatos donde Marco Tulio Aguilera manifiesta una increíble ternura hacia los seres humanos: el magnífico ‘Las tablas crujientes’. O el divertido juego de escritor que juega con sus personajes en ‘Juegos de la imaginación’. O cargados de realismo mágico, como 'Visitas nocturnas'...

Y bueno, citaría uno a uno cada relato pues de cada uno me impresionó algo diferente. El nivel se mantiene en todos los cuentos. El autor hace gala de un gran dominio del ritmo narrativo y domina el lenguaje para transmitirnos exactamente lo que quiere que sepamos de cada una de las historias. Los comienzos, los finales, están muy bien elegidos; ni sobra ni falta nada a los relatos, lo que les da una sensación de redondez exquisita.

Marco Tulio Aguilera Garramuño nació en Bogotá en 1954. Su primera novela, Breve historia de todas las cosas (ahí es nada el atrevimiento del título), publicada en Buenos Aires cuando contaba con 24 años, sorprendió a propios y extraños y fue puesta a la altura de Cien años de soledad por los editores, lo que le valió severas críticas. Ha publicado otras novelas y colecciones de relatos y ha escrito también teatro (alguna obra ha sido representada), ensayo literario y el exitoso cuento infantil El pollo que no quiso ser gallo, editado en México y Colombia por Alfaguara Infantil. Alfaguara editó igualmente su novela El amor y la muerte.

Escritor vehemente, no duda en criticar de manera verbalmente violenta a quienes buscan más lo que está de moda y vende que lo literario, aunque, no se confundan, no hace ascos a ganar todos los premios que puede (con el dinero cambia de coche y viaja para ver a sus amigos) y hacerse publicidad en cuanto tiene ocasión. Actualmente trabaja en la editora de la Universidad Veracruzana, en México, mientras trata de sacar a la luz su monumental Historia de todas las cosas, una novela que, en palabras del autor, “es la mejor de los últimos cuarenta y cinco siglos”.

Francisco Cenamor

11 comentarios:

  1. Muy buena la reseña, esperemos y el señor Aguilera no le critique violentamente...

    Saludos.

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  2. He tratado de ser sincero y creo que Marco Tulio agradece esa sinceridad.

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  3. Marco Tulio Aguilera2 de septiembre de 2009, 19:10

    Para Francisco solo tengo palabras de agradecimiento. Salud, gran frenáptero!!!

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  4. Es fantástico poder ser un frenáptero.
    Saludos.

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  5. Yo lei el libro y sinceramente no me parece nada bueno. Lo lamento. Son cuentos comunes y corrientes, nada trascendente.

    Y su autor es... ODIOSO, RELAMENTE ODIOSO, Y SUMAMENTE MENTIROSO.

    En fin, cada quien lee lo que su competencia literaria le dice que lea. Para mi son cuentos aburridísimos.

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  6. Veo que eres uno de los que odia a Marco, no entro en esos odios ni quiero saber por qué son. Ya Marco me habló de estas cosas. En relación a los cuentos, me da que te pierde ese odio: creo que para quien guste de la narrativa latinoamericana del pasado siglo serán de bastante interés.

    Es evidente que la narrativa latinoamericana más actual está tratando de huir de ese pasado, matar al padre, y seguramente sea necesario que así sea, pero eso no quita ningún valor a los cuentos de Aguilera.

    Creo que no es bueno tomarse las disputas tan apasionadamente, en el mundo hay guerras y matanzas por algo.

    Un saludo.

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  7. No, no es odio, MT no es tan importante como para ser odiado. Solo digo lo que pienso y lo que piensan 9 de cada 10 personas que conocen a este señor. Él te puede contar misa, pero obviamente te dirá lo que le conviene. MT es no querido por donde pasa, te lo aseguro, y esto es por su manera de ser, de actuar, de hablar, de hacer.

    Ya verías tu si lo trataras personalmente, es odioso, realmente odioso.

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  8. Y por favor, no digas tantas tonterías como "la narrativa latinoamericana más actual está tratando de huir de ese pasado, matar al padre", da risa esto, y verguenza ajena. No hables de lo que ignoras.

    Nada tiene que ver el odioso de MT y tantos que no lo soportan (por lo que te digo arriba), con la Literatura, y menos con la mediocre de este sujeto.

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  9. No sé, pero lo que cuentas de que no cae nada bien entre mucha gente ya me lo había dicho él.

    Respecto a estos cuentos que leí de Aguilera, pues o no tengo ni idea de literatura o creo que están bastante bien escritos.

    Sobre lo de matar al padre, ¿qué tienen que ver Paz Soldán o Roncagliolo, por ejemplo, con el realismo mágico?.

    No soy un experto, pero algo sé.

    Por otro lado, se me hace difícil discutir con alguien anónimo. Yo opino lo que opino, trato de ser poco radical, respetuoso, sensato y doy la cara, aunque me la partan, como estás haciendo tú con la mía.

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  10. a mi me parecio muy chevere tengo 20 años y me parecen que tienen un aire encantador sus palabras, el colombiano me parece muy grosero, que resentimientos es mejor disfrutar de cada libro por mas que el autor te parezca un imbecil...relajate un poco y disfruta

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  11. Gracias por tu sincera opinión Sarita, seguro que Marco sabrá agradecértela.
    Un saludo.

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