¡Trabaja! ¡trabaja!
¡trabaja! ¡produce!
¡produce! ¡compite! ¡consume! ¡revienta!
¡Trabaja! ¡trabaja!
-Cayó el compañero-
No importa, no mires.
Trabaja, produce.
-Y el sueldo, no sube,
y el tiempo, no queda-
No importa. Compite, produce.
No pienses. Recuerda: acata o no sirves.
¡Trabaja! ¡trabaja!
-No puedo, no vivo, me muero,
no es justo, no puedo-
¡Trabaja! Aumenta ese ritmo.
Las cuentas no salen si no competimos.
Estamos de suerte.
¡Trabaja de prisa!
El Gobierno ha dicho
que lo que no sirve, se flexibiliza.
¡Trabaja! ¡Produce!
¡Produce! ¡Compite!
¡Compite! ¡Consume!
¡Consume! ¡Revienta!
Chelo Marcos en Donde la palabra, nº 4 (Guardo, Palencia, junio de 2003).
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Solo con leer el poema ya noto la presión y la angustia que transmite. Además, claro, de la visualización de lo que está ocurriendo hoy en día.
ResponderEliminarBesos.
Es un poema que leí hace años. Sencillo, pero efectivo.
ResponderEliminarUfff! , si q se angustia una leyéndolo. Es como si me empujaran a acabar su lectura tan deprisa como me sea posible y más.
ResponderEliminarTe sonrío con el Alma.
Abajo el trabajo, jajajajaja. Un abrazo.
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