con Miriam Reyes
Los sueños de mi padre se han cumplido,
morirá feliz y atado a sus árboles y su barbecho,
volviendo a casa en su mula,
dormido en el sofá frente a un documental de bichos en La 2.
Habrá arena en sus botas,
unas humildes botas de mercadillo
de las que guarda tres pares nuevos e idénticos.
Morirán muchas cosas, grandes trozos de nosotros,
cuando la muerte se vista con él.
Mi madre lo mantendrá vivo
mientras se repiten, iguales,
las nieves, las flores, las cosechas.
Antonio Orihuela en La piel sobre la piel (La mano vegetal, Sevilla, 2005).
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