El niño ofrece
con sus ojos,
con el triste brillo
de su rostro,
lo único que tiene.
El niño no tiene nada,
y en medio de la nada
hay un árbol de duna,
el Dios del viento estornuda
y el niño ofrece
a su amigo
de otra cultura
un ramo de tempestad,
lo único que tiene
en esta vida dura.
Limam Boicha en Los versos de la madera (Editorial Puentepalo, Las Palmas de Gran Canaria, 2004).
Otros poemas de Limam Boicha y artículos sobre su obra
El buscador de camellos, Exilio, Ramos de tempestad
*Artículo de Francisco Cenamor sobre la poesía saharaui en castellano
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Es un poema sumamente simbólico de ciertas realidades!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo sí, muy simbólico.
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