Hoy parece usado el mar,
como la estampa
que guardo en el bolsillo,
usados esos buques que la bruma
vuelve muebles, ramas, cuerdas.
Mientras las barandas brillen
y los niños corran por sus tablas,
todo será bueno. Pero es mejor acostumbrarse
cuanto antes al vicio de la herrumbre,
a las jeringas, al vaivén del oleaje,
hasta ver aparecer al barrenero
y el mar recobre entonces
lo que es suyo.
Violeta C. Rangel (Manuel Moya) en La posesión del humo (Ediciones Hiperión, Madrid, 1997).
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