Hombres en flor -corbatas variadas, primores
de domingo-: mi alma ¿qué es ante vuestro traje?
Jueces de paz, peritos agrícolas, doctores,
perdonad a este humilde ruiseñor del paisaje.
Yo no quisiera molestaros nunca, cantando...
Ved: este ramo blanco de rosas del ensueño
puede hacer una música melancólica, cuando
sonreís con los labios; pero yo no os desdeño.
¿Qué es mi voz ante vuestra decorada levita?
¿Vale, acaso, la pena una triste sonata
de achica las orejas; o una estrella marchita
que volara, qué es para vuestra corbata?
¡Y tú, ruiseñor mío, endulza tu tristeza,
enciérrate en tu selva, florécete y olvida,
sé igual que un muerto, y dile, llorando, a la belleza
que has sido como un huérfano en medio de la vida!
Juan Ramón Jiménez en Elegías lamentables (1910), incluido en Elegías (1908-1910) (Visor Libros, Madrid, 2007).
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¡Y tú, ruiseñor mío, endulza tu tristeza,
ResponderEliminarenciérrate en tu selva, florécete y olvida,
sé igual que un muerto, y dile, llorando, a la belleza
que has sido como un huérfano en medio de la vida!
Profundos versos...
Como siempre la obra lírica de Juan Ramón se sustentan sobre una continua y profunda reflexión teórica.
Muchos de los que, con el tiempo, han sido considerados como grandes poetas, han introducido en sus textos muchas reflexiones en torno al hecho mismo de leer escribir poesía.
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