domingo, 9 de septiembre de 2007

Poema del día: "La destrucción de la realidad", de Víctor Redondo (Argentina, 1953)

Como operación delicada que es, los poetas
comienzan a roer la realidad con tal delicadeza e inocencia
que nadie, juraría, creería que eso es lo que sucede.
Se desmontan los mecanismos del pensamiento.
La orfebrería mental
se desvanece.
La realidad se aleja del corazón. Desaparece el placer.

(Otra manera de verlo:
el mundo se aleja de los hombres
porque el mundo los sobrepasa en inteligencia,
veut dire: la Tierra piensa).

Se destruye la tapa de lo razonable: el cerebro
estalla.
Entonces la vuelta de tuerca,
el golpe de efecto,
retroceso para la ironía:
se ha ido,
se ha ido,
repite la voz: se ha ido
un hombre viejo que al enfrentar su vejez
decidió arrancar de la muerte
un argumento: la revelación de un misterio:
ver
lo que no existe.

Víctor Redondo en Circe, cuaderno de trabajo 1979-1984 (Editorial Catálogos, Buenos Aires, 1985).

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7 comentarios:

  1. Los poetas miran con otros ojos. No ven lo que los demás ven, perciben lo que otros ojos no son capaces de entender. La mirada del poeta está libre de calculos, sólo miran desde un interior que nadie conoce, lleno de sentimientos, de pasión, de luz... de alma que ellos recogen y la hacen verso.

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  2. Pues si, parece mentira pero si. Yo tengo una curiosa capacidad para, en medio del bullicio, abstraerme, salirme fuera y contemplar.

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  3. Tú eres poeta, yo tengo también la capacidad de introventirme en cualquier momento y situación, sobre todo cuando estoy en ambientes que no me gustan, pero de los cuales no me puedo ir. Me creo un mundo y allí me quedo por un tiempo recuperandome, me transporto como Alicia a través de un espejo que nadie puede ver y por el que me deslizo hacia donde quiero estar. Pero yo no soy poeta... ya me gustaría. Por cierto mantenme al día de tus recitales y los de Luis Luna, si puedo intento no perdermelos.El miercoles, voy a uno que organiza Javier, habrá "llenazo" total, como todo lo que mueve la poesia. Mejor pocos y auténticos.

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  4. Pues yo preferiría más aunque sea menos interesante, jajaja.
    Pero vaya, que cuando hablo de abstraerme, hablo del mejor momento mío para escribir poesía, aunque, claro, la mayoría de las veces son versos que se quedan en la cabeza y algún día salen.

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