los árboles talados
a flor de tierra
sufren en el silencio
de los crepúsculos,
sufren al mediodía
y en las auroras...
los árboles truncados
en su vehemencia
son las venas abiertas
de la tierra...
Antonio Ávila Jiménez, incluido en El árbol y la piedra. Poetas contemporáneos de Bolivia (Monte Ávila editores, Caracas, 1986, ed. Eduardo Mitre).
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