Una copa de vino derramada.
Un camino empedrado navegando hacia la luz de la luna.
Donde la azul hierba se aplana,
se abandona una flor de azalea.
La madera de eucalipto se arremolina.
Las estrellas rebosan en un caleidoscopio.
En una ancla oxidada,
los ojos reflejan el cielo vertiginoso.
Sosteniendo un libro para dar sombra a una vela
y con un dedo entre los labios,
me siento en el silencio de una cáscara de huevo,
teniendo un sueño semitransparente.
Poco sabemos de la poesía china, ¡pero, Shu Ting, simple y muy buena!
ResponderEliminarDe la actual tal vez menos. Aún así, si vas a nuestro catálogo por países en el apartado de China encontrarás decenas de poemas de ese país de todos los tiempos.
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