lunes, 22 de agosto de 2022

Poema del día: "Chicago", de Carl Sandburg (Estados Unidos, 1878-1967)

Matador de puercos para el mundo,
constructor de herramientas, hacinador de trigo,
jugador con trenes y cargador de la nación,
tempestuoso, recio, gritón,
ciudad de los grandes hombros.
Me dicen que eres perverso y yo les creo, porque he visto vuestras hembras pintadas, bajo las lámparas de gas, seduciendo a los chicos del campo.
Y me dicen que eres malvado y yo respondo: Es cierto, por que yo he visto al pistolero matar y salir libre para matar de nuevo.
Y me dicen que eres brutal y mi respuesta es esta: En los rostros de las mujeres y los niños he visto las huellas de la concupiscencia libertina.
Y habiendo respondido así me vuelvo una vez más a aquellos que escarnecen a mi ciudad y les retorno su escarnio diciéndoles:
Venid y mostradme otra ciudad con la cabeza alzada cantando tan orgullosa de vivir y ser áspera y fuerte y astuta
lanzando maldiciones magnéticas entre la brega que amontona faena sobre faena, aquí tenéis un alto y valiente haragán puesto de bulto frente a las blandas pequeñas ciudades,
rabioso como un perro que pide acción a lengüetazos, astuto como un salvaje cacarañado contra la espesura,
la cabeza desnuda,
paleando,
derribando,
planeando,
edificando, quebrando, reedificando.
Bajo el humo, con el polvo en la boca, riendo con blancos dientes,
bajo la carga terrible del destino riendo como un mancebo ríe,
riendo hasta como ríe un ignorante boxeador que nunca perdió una pelea,
fanfarroneando y riendo de que por dentro de la muñeca tiene el pulso y por debajo de las costillas el corazón del pueblo.
                              ¡Riendo!
Riendo la tempestuosa, bronca, alborotada risa de la juventud, medio desnudo, sudado, orgulloso de ser el matador de puercos, constructor de herramientas, hacinador de trigo, jugador de trenes y cargador de la nación.

Carl Sandburg, incluido en Antología de la poesía norteamericana (Fundación editorial El perro y la rana, Venezuela, 2007, selec. de Ernesto Cardenal, trad. de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal).


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