Pájaro pequeñísimo, que recién nacido me dieron,
cómo me causó asombro
ver en tu implume y breve cuerpo
la vida, tan perfecta,
que ya alzaba tus alas
en ensayo del ensayo del vuelo.
Mas fue mayor mi asombro
cuando estuviste plenamente quieto.
Confunde ver la inmensa muerte
entrar toda en un mínimo cuerpo.
Y aún me diste otro asombro:
tú, el minúsculo en la vida,
crecías hasta parecerme un gran muerto.
Caído en mi mano,
con sudario de luz de tarde,
crecías ante mis ojos abiertos y mudos.
Crecías en la nada
como si fueses por lo eterno.
Enriqueta Arvelo Larriva, incluido en Poetas latinoamericanas. Antología crítica (Escuela de Estudios Literarios, Universidad del Valle, Colombia, 2009, selec. de Carmiña Navia Velasco).
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