colectar un capullo lo relativamente fábrica de sombreros que drene un panorama pleno de papillas y avispones y llamas dadas. colectar una cola de castor combinable a la deshidratadora número uno. colectar una trituradora de espiráculos nevados (llamarla que extravíe). colectar un ‘aluvión’. un ‘aluvión’ es concebir un espacio de cigüeñas (todavía). murmurar: luzbel es la luz consciente. soñar: un cuchillo replegándose en forma de aluminio, una turba de mosaicos ya sin piel o suicidándose o nido o gallo, su gemelo seduciéndome (en la sabana paralela), su madre y su madre a escala. hogar: un espejo color pastel, un sendero pájaroserpiente, un sendero pájaro-campana, (su nombre era decir lo que se dice: páxaro-diamante)
y nadie dijo cascabel
neón es
no ir más allá de las piedras que dibujan. no mirar telarañas. no decir las telarañas son. no mirar el pájaro rojo en la copa cuando me diga mira el pájaro rojo. tampoco matar insectos de algodón con piedritas
osos sí, no más de tres
ya te dije: una meseta donde el canguro su mapa-calendario (alegoría). una lista de números en la voz de un alacrán que esquinó. un cuadrilátero a la sombra como bruja láctea. o pelos de bruja. o caldo de niñas en su ritual pétreo-mentolado.
sin jamás decir: reginforar jirafizar jeroforir
Solveig
era un nombre, una epopeya en la micro-mar del caracol adherido:
Ígor dame un puente dame pies retrochos dame un tractor (advengo ya). y eran taurines ¿viste tú? —de su entre cairelancia. tal vez graffiti-malla, tal vez canciones rubias diario diluirse a través de los cómo te llamas
: bermellón (me dijo bermellón no vi el pájaro rojo en la copa escuché campanella)
el pájaro rojo era el crúor, el tópico: cierta ranfla de cíclopes, o volado acomedido de madrépora turbión donde dormía, una letanía de gas pormenorizando el posible ajonjolí. tan que digestor de lodos. tan robot tan can gurú. tampoco las canoas donde estrellitas tin tin dosforecentes
aquí y aquí
lamia-calígine baldón en pervigilio.
desgloso: el de la cañada eras tú y un balcón y yo el balcón de enfrente donde emito. usas cuello. el balcón de enfrente significa estar. y entonces te difuminas y te conviertes en pájaro y vuelas a la izquierda y digo el pájaro simétrico, el pájaro moderno, el eje, es el pájaro simétrico. y pienso en una sombra nuclear adherida a la pared cuando digo así
así o que desparzo mis ígneas multitudes
en elefante-mariposa
el elefante-mariposa que todas las especies de al fondo de aquel río me dice y diré dos
ciclópeo cosmofasma
y ciclópeo cosmofasma
es decir, ayer tras neblinazo, neblinazo: allá, patrullas. y hoy con éxodos veloces, las cigüeñas
—a cierta hora del día.
ahí caracoles azotan la sombra. ahí suscita astericos de lluvia. ahí es una plaga de cilindros traduciendo la arista implicada:
aluén, hueledenoche, la historia del
neón —y yo, magra que vi su cada marfil inquilino ríos excavando necrosadas pirámides dulces
y su vestido verde
amuñonado sobre las úrsulas.
Diana Garza Islas en Verbigracia, incluido en Astronave. Panorámica de poesía mexicana (1985-1993) (Ediciones de Punto de partida, México, 2013, comp. de Gerardo Grande y Manuel de J. Jiménez).
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Una poeta con una voz original, a veces emplastada en su propia necesidad de diferenciarse, pero válida y efectiva, dentro de este mundo de repeticiones obvias que arremeten contra los mismos conflictos existenciales de toda la historia de la humanidad.
ResponderEliminarNo sé si me ha gustado, pero la destreza de su pluma bien vale un reconocimiento.
Feliz y abnegado año, Fran. No pierdes la fe en la poesía y eso es algo que se aprecia.
Si, desde luego ha trabajado en el texto y mucho, se ve que domina el lenguaje y eso es importante.
EliminarFeliz año, la poesía es una de las pocas cosas en las que ya tengo fe. Un fuerte abrazo Lu.