de aquellos que tienen países y como último recurso
los abandonan dejando atrás sus rostros.
Una fiebre por lo imposible muda las pesadumbres pero
la desgracia conserva su lecho, y su pena clama.
Nunca fue suficiente salir para llegar.
Un lugar donde vivir, la barbarie se fragmenta
en mil espejos incrustados en los rincones del cielo y
sus añicos siguen cortando las manos
tendidas en la espera de otra vía láctea.
Sylvie Fabre G. en Nos feux persistent dans le noir (2018), incluido en Liberoamérica (mayo-junio de 2019, selec. y trad. de Mariela Cordero).
Precioso poema de absoluta actualidad si observamos la frontera entre Grecia y Turquia, por ejemplo...
ResponderEliminar